“El error consistió en creer que la tierra era nuestra cuando la verdad de las cosas es que nosotros somos de la tierra”
(Ecopoemas, Nicanor Parra)
La UNESCO declaró el 17 de mayo como el Día Internacional del Reciclaje, justo el corazón de nuestro trabajo.
Sabemos que hay día de la Tierra, del agua, de los gatos -de la madre, por supuesto-, pero con este día se busca concientizar sobre la importancia de reducir-reutilizar-reciclar y, de esta forma, disminuir el impacto al medioambiente y las consecuencias del efecto invernadero y del cambio climático.
En Smartpack nos preocupamos de tener envases que sean reciclables, pero también de contribuir a la responsabilidad de los ciudadanos para llevar a cabo prácticas simples, pero que tienen un enorme valor.
Repasemos algunas cifras del Sexto Reporte del Estado del Medio Ambiente (2021): cerca de 20 millones de toneladas de residuos se generaron en Chile el 2020; de ellos, el 96.9% no son peligrosos y el 3.1% sí lo son.
Por otro lado, según cifras oficiales, alrededor de 2 millones de toneladas de desperdicios al año son envases y embalajes, los que se dividen principalmente en: cartón para líquidos, metal, papel y cartón, plástico y vidrio. De esas toneladas, la mayoría termina llegando a rellenos sanitarios y sólo un 27% se recicla ¡Solo 27%! Estamos muy lejos de las tasas de reciclaje promedio de los demás países miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
Más allá de los números, estos datos preocupan ya que se trata de residuos que tienen valor en el mercado una vez que son recolectados.
En el mundo se producen más de dos mil millones de toneladas de residuos al año, y se estima que, si no se actúa, se llegará a más de tres mil millones en el 2050.
De acuerdo al ministerio de Medio Ambiente, cada chileno genera diariamente 1.26 kilos de desechos, lo que lleva a que a nivel nacional se generen 24 mil toneladas al día. Esto nos convierte en el país que produce más basura diaria por persona en Sudamérica. Tomando en cuenta estos datos, se estima que la tasa de reciclaje domiciliario de envases llega sólo al 4%.
La buena noticia es que en septiembre de este año entra en vigencia de la Ley REP en su etapa de metas de recolección y valorización de envases y embalajes. Con esta normativa se espera fomentar la reutilización y darle un giro a la forma en que se consumen productos, para llegar a entender que los envases no son basura, sino que son un residuo que puede ser devuelto a la cadena.
La educación será un pilar fundamental para iniciar la transición desde una economía lineal a otra circular. Por eso en este Día Mundial del Reciclaje, el llamado es a participar en la economía circular. Lo que se conocía como la regla de las 3R (Reducir, Reutilizar y Reciclar), hoy son 5R, ya que se suman Recuperar y Reparar. Es decir, todo puede ser reutilizado.
El origen de los símbolos de reciclaje viene de los años ’70 y se asocia a Gary Anderson, un estudiante de la Universidad de California del Sur, quien ganó un concurso de diseño organizado por la Container Corporation of America como parte del primer Día de la Tierra en 1970.
Gary Anderson creó un logo basado en el símbolo de Möbius en forma de triángulo, donde cada una de sus tres flechas representa uno de los pasos del proceso de reciclaje: recogida de materiales para reciclar, el proceso mismo del reciclaje y la compra de estos productos reciclados, de manera que el sistema continúa una y otra vez. Fiel reflejo de lo que es el ecosistema de la naturaleza.
LA VALORIZACIÓN DE RESIDUOS es clave en esta ecuación. Se realiza cuando el producto ya ha pasado a ser residuo. Pero es necesario trabajar previamente en el diseño del producto para mejorar dicha valorización. Por eso Smartpack trabaja precisamente desde el ecodiseño una nueva generación de envases sustentables. Investigación, innovación y nuevas tecnologías al servicio de la industria alimentaria. Entendiendo que un residuo es un recurso y la importancia del desarrollo de nuevos materiales, disminución de gramajes y otros avances que permiten desarrollar productos más respetuosos con el medio ambiente, logrando reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, además de cumplir con toda la normativa vigente.
es una afirmación que cobra cada día más relevancia porque si no definimos desde el origen que un producto sea reciclable, será muy difícil reducir su impacto ambiental. Así lo entiende Smartpack en su propósito, al desarrollar a través de la innovación y tecnologías de última generación nuevas materialidades y disminución de gramajes que generen el menor residuo posible y envases que se puedan reciclar con altos estándares de valorización, disminuyendo así el consumo de recursos naturales.
