En una era donde el cambio climático y la sostenibilidad son temas centrales, el reciclaje emerge como una de las herramientas más poderosas para combatir el deterioro ambiental. Pero, ¿alguna vez te has detenido a pensar en el impacto real de reciclar? ¿Sabías que reciclar una simple botella de plástico o una hoja de papel puede generar un cambio significativo en el consumo de recursos y energía? Acompáñanos en este recorrido para descubrir la verdadera magia detrás del reciclaje y cómo tú, con pequeñas acciones, puedes hacer una gran diferencia.
El papel se puede reciclar hasta 7 veces. Reciclar una tonelada de papel ahorra hasta 4.000kwh de electricidad. Y como si fuera poco, reciclar todos los periódicos y diarios podría salvar la vida de 250 millones de árboles cada año.
El vidrio tiene una gran capacidad de reciclaje. Por cada kilogramo de envases de vidrio reciclado se obtiene un kilogramo de nuevos envases. Es decir, 3 mil botellas recicladas suponen unos mil kilos menos de basura en nuestros vertederos.
*Otro dato: la energía que ahorramos reciclando 4 botellas de vidrio permite que un frigorífico funcione un día completo.
Reciclar una botella de plástico y evitar su producción ahorra la energía necesaria para mantener una ampolleta encendida durante 6 horas. Y dos toneladas de plástico recicladas ahorran más de una tonelada de petróleo y cientos de litros de agua.
Se reciclan cáscaras, restos de frutas y verduras, hojas marchitas de vegetales, frutas y verduras muy maduras, cáscaras de huevos, pasto, restos de podas, hojas verdes y secas, tierra de jardín, restos de té, café y mate, y bolsas de té.
Primero, separa los residuos orgánicos en tu casa, para eso debes tener un contenedor distinto al que usas habitualmente. Una vez separados, incorpora los residuos orgánicos en tu compostera o bien entrega al día siguiente en la recolección municipal. Consulta en tu municipio si tiene un sistema de reciclaje orgánico, sí es así, apóyate en ellos.
No incluyas productos químicos, restos de animales (carnes, huesos, cueros), colillas de cigarros, medicamentos, ni comida ya cocinada.
En Chile existe capacidad instalada para reciclar algunos tipos de plásticos: botellas desechables de bebidas, contenedores de fruta (envases clamshell) u otros artículos fabricadas con PET (Nº1). También se reciclan envases de detergente, champús, bidones, envases de leche fabricados de polietileno de alta densidad (Nº2), tapas de botellas y otros artículos fabricados con polipropileno (Nº5) y bolsas fabricadas con polietileno (Nº2 y Nº4).